Atómica Creativa

RGB o CMYK

Seguramente muchas veces has escuchado conceptos complejos sobre los diferentes modos de color, y te has hecho un poco de lío entre tantos acrónimos distintos.
¿CMYK? ¿RGB? ¿Pantone? ¿HSB? ¿Cuál es la diferencia? ¿Cuál tengo que utilizar en mis diseños? ¿Cuál es mejor RGB o CMYK?
Cuando leas este post los distintos sistemas de color no tendrán secretos para ti 😉
¡Empecemos!

Los dos sistemas más comunes que utilizamos para representar los colores son el RGB (los colores luz o colores aditivos) en las imágenes digitales y el CMYK (los colores pigmento o colores sustractivos) en las impresiones.

RGB

Es el acrónimo de red, green y blue (rojo, verde y azul) y es el sistema de colores primarios utilizado para generar imágenes en monitores de ordenador, pantallas de televisión, tabletas, móviles… Es decir, es el sistema que se utiliza en los diseños digitales: interfaces de usuario, sitios web, banners, iconos, perfiles de redes sociales,… 

Las pantallas de estos aparatos están formadas por pixeles. Cada pixel, a su vez, está compuesto por tres puntos de luz o canales que varían de intensidad entre 0 y 255 (0 sería la ausencia total del color y 255 sería la intensidad máxima). Con la ausencia total de los tres colores tendríamos el negro (0,0,0), y con la suma de la intensidad máxima de los tres colores tendríamos el blanco (255,255,255).

Para entender un poco mejor esta numeración tenemos que hacer un gran zoom e irnos a unidades aún más pequeñitas que forman las imágenes digitales, los bits. A cada bit se le asignan dos números en código binario, el 0 y el 1, que funcionan como los interruptores de las bombillas con dos posiciones: encendido (que se corresponde con el 1) y apagado (que se corresponde con el 0).

La profundidad de bits especifica la cantidad de información de color que está disponible para cada píxel de una imagen. Cuantos más bits de información por píxel hay, más colores disponibles existen y más precisión en la representación del color se aprecia. Una imagen con una profundidad de bits de 8 tiene 2^8 ó 256 valores posibles por canal. Por lo tanto, puesto que cada pixel tiene tres canales tenemos más de 16,7 millones de colores (256 x 256 x 256= 16.777.216 posibles combinaciones).

Haciendo esta misma cuenta con una imagen de 16 bits por canal tendríamos 282 billones de colores

CMYK

Se corresponde con las iniciales de Cyan, Magenta, Yellow y Key Black (Cian, Magenta, Amarillo y Negro) y son los colores pigmento utilizados para impresión.

Aunque nos parezca raro que para el negro se utilice la letra K en vez de la B (teniendo en cuenta que se utiliza el acrónimo del inglés) tiene una explicación muy sencilla: el nombre de Key Black viene de las placas que se utilizaban en impresión para los detalles más precisos de las imágenes (Key plate), y que se imprimían habitualmente en tinta negra. Ahora se sigue utilizando porque nos evita posibles confusiones con la B, de Blue (azul), que se utiliza en RGB.

Cada color en CMYK se define mediante 4 números que varían del 0 al 100, y que se corresponden con el porcentaje de cada tinta que se utilizará. En principio con los tres colores primarios, amarillo, magenta y cian en una proporción del 100% obtendríamos negro, sin embargo esto no es así, el color resultante en impresión es un marrón parduzco. Hay que complementar con tinta negra. Así por ejemplo, para obtener negro saturado necesitaríamos una proporción de 60% Cian, 40% Magenta, 40% Amarillo, y 100% Negro.

El uso de la tinta negra también está condicionado por que es más económica que las otras tres. La cantidad de negro a utilizar, para reemplazar las cantidades de las otras tintas, es variable y la elección depende de la impresora, el tipo de papel y la clase de tinta usada.

La conclusión es simple: RGB usa la luz para mezclar colores en la pantalla y CMYK usa tinta para mezclarlos en papel. Así que utilizaremos RGB para todos los diseños cuyo formato sea digital, y CMYK cuando tengamos que imprimir cartelería, folletos, tarjetas,…

Estos procesos son muy diferentes pero se pueden gestionar fácilmente con los programas de diseño, si se crean los archivos con la configuración adecuada. Es conveniente trabajar en CMYK para después convertir a RGB en el caso de que sea necesario. Este proceso se puede hacer directamente en el programa, o se pueden utilizar otras aplicaciones como ésta

Además, para una óptima visualización de los colores es importante tener bien calibrado el monitor del ordenador. 

Si eres diseñador es fundamental que conozcas ambos sistemas de color para poder adaptar el diseño sin problemas, y si no lo eres también está bien que conozcas sus diferencias y aplicaciones, ya que de esta manera podrás solicitar un servicio profesional.

Te dejo un vídeo en el que explican muy bien la diferencia entre estos dos sistemas de colores:

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